En plena época de exámenes surgen los agobios, la presión para superar todas las asignaturas. Es bien conocido por todos los que estudiamos o hemos estudiado tanto en el colegio, el instituto, la universidad o en cualquier otro momento de nuestra vida en el que tuviéramos que “chapar” algo, que existen algunos trucos que nos simplifican esta tarea. Uno de ellos, y el más común, son las reglas mnemotécnicas y su estandarte Un día vi una vaca vestida de uniforme, esa famosa vaca que en 2º Bachillerato te ayudó a recordar cómo hacer ciertas integrales
La palabra mnemotecnia deriva de los términos griego “mnéemee” (memoria) y téchnee (arte). Y es cierto que algunos de los métodos de lo que hablaremos a continuación son verdaderas obras de arte que nos ayudan a memorizar en algunos momentos grandes volúmenes de información.
Existen otros ejemplo muy famosos además del ya citado para recordar la regla de la cadena de las integrales como pueden ser el de los nudillos, para saber cuáles son los meses que tienen 31 días, o para los físicos la famosa regla de la mano izquierda que ayuda a determinar la dirección y sentido de la fuerza que actúa sobre una partícula cargada positivamente en un campo magnético.
MÉTODOS
Ya hablamos antes de que existen algunos técnicas mnemotécnicas muy originales, aunque tu mismo puedes inventarte las tuyas también. Uno de los métodos más usados, o mejor dicho, EL método, es la regla de las iniciales. Si tenemos una lista que debemos recordar lo más sencillo es coger las iniciales (o las 2 primeras letras si nos cuadra mejor) de cada palabra y combinando estas formar una palabra o una frase corta que nos sea fácil de memorizar.
Algunas veces puede no ser fácil cuadrar estas letras para formar algo con sentido, o al menos algo que puedas recordar, pero no te preocupes. Lo que puedes hacer es montarte una frase que sí vayas a recordar y que cada palabra de esa frase comienza con la letra o letras de las palabras que tienes que recordar. Por ejemplo, la configuración electrónica de Möller tiene unos niveles de energía y unos subniveles, que son S de sharp, P de principal, D de difude y F de fundamental. Quizás en un momento dado no te acuerdes de los nombres de cada uno, pero si “Soy Primo De Fernando” seguro que te resultarán más fáciles de memorizar.
Si donde tienes problemas es con las fechas también tenemos un truco para tí. El método de la conversión numérica te ayudará a recordar, por ejemplo, si quieres acordarte cuando Colón descubrió América puedes pensar que “La Juana No Incuba Bizcochos”. ¿Por qué? Pues porque L=12, J=10, N=14, I=9, B=2. Seguro que además de acordarte para el examen seguro que no se te olvida en mucho tiempo.
Otro método un poco más original es el método Loci o método de los lugares. Si tienes que memorizarte una lista de cosas puedes asociar cada una de ellas con un lugar, por ejemplo con habitaciones de tu casa. Pon la remolacha en la cocina, los pimientos en el salón, el vino en el baño… cuando llegues al supermercado date una vuelta mentalmente por tu casa y te acordarás de todo lo que tenías que comprar.
Existen muchos más métodos y trucos para recordar grandes volúmenes de información, y tú mismo puedes inventarte alguno que te pueda ayudar mientras estás estudiando, por ejemplo, yo me acuerdo cuando era pequeño y estaba estudiando los accidentes geográficos que el cabo se tira y el golfo se recoge, ya que el cabo es una porción de tierra que se adentra en el mar (tiras el cabo al mar) y el golfo es una porción de mar que se adentra en la tierra (recoge que te mojas). Diez años después todavía me acuerdo, así que ha funcionado.