Los exámenes son un proceso de incertidumbre en el que los nervios pueden jugarte una mala pasada. A veces, pese a llevar el contenido bien preparado la ansiedad de la situación puede hacernos fallar. Por ello queremos darte algunos consejos para reducir los nervios de cara a esos temidos días de presión.

Céntrate en ti mismo. Durante los exámenes, y tras terminar, comentamos con compañeros y amigos cómo lo llevan o qué tal ha ido. ¡Error! Es bueno apoyarse en compañeros de cara al estudio pero si te pones nervioso pensando que ellos lo llevan mejor que tú empezarás a agobiarte innecesariamente. Cada estudiante se enfrenta a un examen de forma diferente y con una percepción muy personal. Lo más probable es que algunos de tus compañeros hayan puesto más interés en algunas partes del temario que para ti pueden ser secundarias (incluso porque controles el tema) No te compares con nadie y aléjate de los nervios que te puedan transmitir los demás antes del examen.

Descansa en las horas previas. Parece una locura olvidarte que tienes un examen el día antes del mismo pero puede beneficiarte. Estudiar hasta el último minuto puede crearte situaciones de estrés poco convenientes en lugar de ayudarte a afianzar conocimientos de cara a la prueba. Si de todas formas te resulta complicado no hacerlo te proponemos que al menos desconectes durante la tarde de antes, unas horas antes de dormir. ¡Te sentará bien la desconexión!

Controla los tiempos. No hablamos solo durante el examen sino más bien antes de ese momento de nervios. Prepárate con antelación, organiza el material que necesitas y llega puntual. Cualquier imprevisto puede hacer que te retrases y los nervios por no llegar a tiempo te perjudicarán. Adelanta un poco el despertador y podrás ir más tranquilo y relajado.

Practica la relajación. Un consejo válido para el examen, los días previos y tu vida en general. Aprende sencillos ejercicios de respiración que te permitan parar y controlar los nervios en situaciones de estrés. Durante la época de exámenes trata de no pensar en otra cosa que no sea estudiar y que te reste tiempo (como trabajos o tareas) y trata de desconectar con ejercicios de yoga, mindfulness o similares. De esta forma el día del examen estarás totalmente concentrado y con muchos menos nervios.

Positividad y confianza. Si has estudiado la materia y has trabajado el examen simplemente confía en ti y en tus capacidades. No necesitas ningún truco más puesto que ya tienes lo más importante. Trata de rodearte de personas positivas que fomenten tu autoestima y ¡fuera nervios! Eres más que un examen por lo que la ansiedad está fuera de lugar. ¡A por todas!