La realización del Trabajo Fin de Grado supone un punto de inflexión para muchos universitarios. Para algunos su llegada marca el final de una época pero para otros, el temido TFG supone más un trauma que un descanso. El principal motivo es que, pese a que la realización de este trabajo de investigación es obligatorio, pocos saben como hacer frente a un proyecto tan exigente. Es por ello que queremos darte algunos consejos para abordar el TFG de la mejor forma posible. ¡A por ello!

¿Sobre qué trata mi TFG?: la elección del tema sobre el que realizarás el trabajo es muy importante. Realizar el trabajo sobre algo que no conoces o que no te motiva es un gran error. Se trata de un proyecto a medio y largo plazo al que le tendrás que dedicar tiempo y esfuerzo por lo que tendrás que sentirte cómodo. Además, cuánto más lo domines más fluida te resultará la redacción y mejor será el resultado

Concreto y realista: en muchas ocasiones los temas pueden resultar bastante abstractos por lo que no caigas en el error de ser demasiado genérico. Trata de ser lo más concreto posible y evitarás perderte en un mar de documentos o posibles hipótesis. Tampoco trates de abarcar más de lo posible. El TFG es un trabajo de investigación pero no pretendas descubrir la penicilina. Enfrenta su realización con la seriedad que requiere y no como un trabajo más pero se realista en los objetivos y finalidad del trabajo.

El apoyo del tutor: la figura del tutor juega un papel importante durante todo el proceso de planteamiento y realización del trabajo. Será tu mentor por lo que trata de elegir, en la medida de lo posible, alguien que te resulte agradable en el trato o cuyo campo de estudio te resulte interesante. No dejes de comunicarte con él durante todo el proceso, ya que puede ayudarte a despejar muchas dudas que puedan surgir.

Elabora un índice: de cara a poder presentar al tutor los avances y que te oriente lo máximo posible lo más recomendable al inicio de tu TFG es el planteamiento de un índice. No importa que sea provisional y que lo modifiques a medida que redactes el trabajo, pero al menos te servirá para no irte por las ramas. Cuándo veas puntos terminados, o al menos encauzados, el nivel de presión disminuye y el proceso va siendo más fluido.

Cuida el lenguaje y la ortografía: el proyecto del TFG tiene como finalidad demostrar las aptitudes y capacidades del alumno, por tanto la redacción deberá reflejar madurez y un nivel alto. Esto no quiere decir que seas enrevesado o utilices demasiadas frases compuestas, pero sí que tu lenguaje sea lo más técnico posible y acorde al tema abordado. Utiliza sinónimos, y especialmente cuida la ortografía y los signos de puntuación. Sabemos que no todo el mundo tiene la misma capacidad de redacción por lo que no te bloquees y busca otras opiniones para mejorar el texto o la idea que tienes del mismo.

No descuides las cuestiones formales: sangría, interlineado, títulos, subtítulos… a veces esas “pequeñas” cuestiones de formato nos bloquean y traen de cabeza. Hay quien prefiere ir aplicándolas desde el principio y otros mejor con todo el documento completo. Hazlo como quieras pero no te olvides de hacerlo. Es la carta de presentación de tu TFG y dará mayor fluidez a la lectura, mejorando la impresión de quién lo lea. Y no entres en una guerra de desgaste (y pérdida de tiempo) con el procesador de textos, si no es lo tuyo busca ayuda.